viernes, 8 de agosto de 2014

¿CÒMO POTENCIAR LA AUTOESTIMA DE LOS NIÑOS?



La infancia es el inicio de nuestra vida como ser humano, donde se empiezan a colocar los cimientos de nuestra posterior vida adulta.

Por lo tanto a veces como adultos consideramos que la vida en la niñez es relativamente sencilla y no supone retos importantes o trascendentales en el ser humano.

También es posible que pensemos que la ayuda emocional o la orientación psicológica se debe proporcionar a los niños exclusivamente cuando se encuentran en una situación de crisis o ante un conflicto emocional dejando a un lado que el trabajo emocional de un niño debe de ser constante a lo largo de su infancia.

¿Por qué es importante potenciar la autoestima en los niños?

Primero que nada debemos entender que los niños a diferencia de los adultos, tienen una percepción de la vida totalmente distinta a nosotros, muchas veces podemos comparar la mente de un niño como una gran esponja que absorbe toda clase de información que llega a ellos de manera directa o indirecta.
Es por eso que los niños se siguen desarrollando a nivel cognitivo debido a la plasticidad de su cerebro, un niño puede aprender de mil formas diferentes y almacenar una gran capacidad de información.

La percepción emocional en los niños se encuentra en su punto más alto, esto se debe por dos razones:

1.       La plasticidad (flexibilidad de su cerebro) para recibir e interpretar información.
2.       Los niños tienen menos información respecto a normas, valores o reglas preestablecidas, por lo que toda la información recibida no pasa por un filtro mental, los prejuicios e ideas preconcebidas son menores a las que tienen los adultos.

Actualmente, con la importancia de la educación emocional en la escuela y también en la familia, somos más conscientes que hay muchos problemas que aquejan a los niños, por citar algunos ejemplos extremos: el bullying (acoso escolar), la violencia y desintegración familiar o los recientes casos de agresiones sexuales hacia los niños son temas que han prendido un foco de alerta en muchos padres de familia buscando opciones para proteger a sus hijos ante los problemas externos.

No todos los problemas de los niños son de naturaleza tan delicada como los que acabo de mencionar, sin embargo los recientes sucesos han hecho que los padres de familia tomen conciencia y tomen cartas en al asunto respecto a cómo proteger y ayudar a sus hijos ante el peligro.

En lo personal para mí el mejor legado que un padre puede dejar a sus hijos es darles una buena educación psico-emocional, un niño con una autoestima fuerte podrá afrontar una etapa adolescente y una vida adulta de la mejor manera.


Potenciar la autoestima en la niñez proporcionara herramientas suficientes al adulto que se convertirá en un futuro.
Sin embargo muchas veces cuando hablamos de trabajar la autoestima en los niños surgen muchos prejuicios referentes a esto, antes de emprender esta tarea debemos entender que ideas preconcebidas sobre los niños y su vida emocional aún tenemos como adultos, a continuación algunas de ellas.

1.       Los problemas de los adultos solo competen a ellos, los niños no comprenden muchas cosas de la vida por lo que es mejor apartarlos de los “problemas de los adultos”

Los niños tienen una amplia capacidad de entendimiento a diferencia de lo que pensamos PERO siempre cada problema debe explicarse en un lenguaje que sea acorde al niño, tomemos en cuenta que si su capacidad de entendimiento es muy buena, su capacidad de dominar e interpretar nuestro lenguaje es distinta a la de un adulto debido a la etapa del desarrollo en que se encuentran.

También es importante entender que si a un niño se le explica perfectamente un problema y esto se complementa con una congruencia en las acciones de los adultos quienes explicaron el problema o involucrados, el niño tiene gran capacidad y expectativas de salir a flote y bien adaptado de cualquier problema que se le presente.

2.       A los niños se les debe educar a la vieja usanza con reglas rígidas ,un niño que es educado con reglas flexibles como las actuales “hace lo que quiere”

La educación rígida es interesante, fue heredada o muchos de nosotros recibimos esta clase de educación donde la coerción (regaños, castigos o incluso violencia física) era efectiva para poder llevar a cabo una educación disciplinada y la formación de un carácter.

La educación rígida o coercitiva tiene resultados rápidos, el niño aprende que a toda acción hay un castigo o recompensa de manera rápida, sin embargo el niño que sea educado bajo ese tipo de educación se convertirá en adulto rígido que ante cualquier crisis tendrá poca creatividad para explorar opciones o soluciones, esta clase de educación abre la ventana a la obsesión por la perfección y a al miedo a cometer errores.

La educación que se le proporciona a un niño debe de hallar un equilibrio, es decir ante cualquier mala acción, el niño debe de entender por qué equis acción es incorrecta, el castigo por medio de violencia o gritos impide que el niño reflexione y razone el porqué de una acción incorrecta o negativa.

Siempre ante una acción incorrecta el niño debe de recibir una explicación e incluso tener la apertura de poder comunicar su versión de la historia, posteriormente se puede aplicar un castigo que no implique afectar la integridad física o emocional del niño.

3.       La opinión de un niño no es importante pues ellos no saben muchas cosas de la vida. Ya lo mencionamos anteriormente, los niveles de conciencia y percepción de un niño son superiores a los del adulto.
A lo largo de nuestra vida vamos perdiendo nuestra capacidad de explorar, conocer o crear, los niños tienen estas capacidades en su punto más alto, por lo que ante cualquier problema, las soluciones contempladas son varias.

Siempre escuchar la opinión de un niño es una retroalimentación maravillosa además de que posiblemente encontremos una solución creativa y jamás pensada ante nuestros conflictos.

4.       Los problemas de los niños no son importantes y por lo tanto no deben ser escuchados.
Si bien a veces pensemos que los conflictos de los adultos pueden ser más importantes y trascendentales, la manera en que los niños sienten y viven sus problemas es de la misma manera que los adultos.
Los niños también pueden pasar por etapas de ansiedad, tristeza e incluso pasar por etapas de depresión, el problema o la mala noticia es que a veces los niños a diferencia de los adultos tienen menos opciones o no tienen las herramientas suficientes para lidiar con sus conflictos.


Por último, es importante SIEMPRE escuchar a los niños, saber cuáles son los conflictos que los aquejan, sus preocupaciones pero también saber cuáles son sus sueños, metas y objetivos.

Un niño que sabe que su opinión es importante y apreciada, que es escuchado y valorado, potenciara su autoestima hasta las nubes, es la mejor manera de poder formar un niño feliz y un adulto seguro y equilibrado.
Todos los adultos tenemos muchas lecciones que aprender de los niños, si quieres recibir grandes enseñanzas y tener una perspectiva distinta de cualquier tema, acércate y platica con un niño, te sorprenderás del gran aprendizaje que tendrás de esa experiencia.


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