“Si quieres poder
soportar la vida, debes estar dispuesto a aceptar la muerte”
Sigmund Freud.
La negativa ante
la muerte, es algo que afecta no solo a la familia del enfermo o a su entorno
muchas veces, también al doctor que atiende a la persona, debido a que como nosotros son seres humanos
capaces de sentir, pero en ocasiones es común escuchar quejas hacia los
doctores por parte ya sea del enfermo o de su familia acerca del trato que a veces tienen hacia
ellos que se puede tomar como algo frio y en cierta medida calculador. Sin
embargo si lo analizamos al final del día, podría parecer hasta cierto punto un
mecanismo de defensa para poder así afrontar algo que vivencian constantemente,
aunque claro es algo que no quisieran porque en su profesión el valor principal
es preservar la vida, por ello cuando llega a suceder algo como la muerte, para
muchos es símbolo de frustración o fracaso por lo cual, ante esta situación
muchas veces toman una actitud de indiferencia, en el sentido de no mostrar
tales emociones ante la familia o el demás personal médico. Si lo pensamos este
puede ser el motivo por el cual tienen a veces esta actitud de poca empatía
hacia el paciente, porque se podría pensar que a mayor empatía mayor seria el
dolor ante la pérdida del mismo, es por ello que desde mi punto de vista muchas
veces lejos de criticar esta parte, deberíamos considerar que al igual que
nosotros pasan por un proceso en el cual la muerte o diagnóstico de muerte no
es fácil de aceptar, pero bueno también es cierto que para la familia esto
resultaría complejo, es por ello que tal vez en esta parte podrían entrar
terceras partes como mediadoras entre lo que siente la familia y lo que siente
el médico, en este caso podríamos involucrar a un tanatólogo.
Kübler Ross
menciona en su libro de “La rueda de la vida”, las dificultades que afronto en
su momento cuando llegaba a los hospitales y pedía hablar con los pacientes
moribundos, esto se debía a que los doctores negaban que los hospitales
siquiera existieran pacientes tan enfermos, este fenómeno por muy increíble que
parezca también existe en la actualidad en el sentido que parece complejo para
el personal médico aun en nuestros
tiempos aceptar que existen pacientes tan enfermos o en fase terminal que tarde
o temprano han de morir, por lo cual muchas veces se niegan a aceptar que
interceda un tanatólogo en casos como estos y si lo analizo en cierto punto
esto también influye a la negativa de la familia, para aceptar que el paciente está
en una condición donde aunque se ha tratado de hacer todo lo humanamente
posible realmente no existe una solución o cura para el paciente enfermo, es
por ello que los tanatólogos afrontamos este rechazo generalizado cuando se
trata de ayudar a la buena muerte de la persona enferma.
Otro punto para
analizar de la actitud de los médicos es que en ocasiones se niegan a darle el
diagnostico al paciente, esto se debe por momentos, a que sienten en cierta
forma que deben proteger a los mismos de afrontar su condición ya que para
algunos podría parecer algo difícil de sobrellevar o bien porque en algunos casos existe una
relación tan estrecha con el paciente, que parece que terminan dominando sus
emociones y quieren proteger lo más que se pueda al mismo, de enfrentar el dolor de un diagnóstico de
enfermedad terminal, aunque en cierta forma también se protegen a ellos mismos
de sentir que están fracasando, porque por muchas muertes que hayan vivido,
parece que el tabú del sentir hacia la muerte sigue vigente aun con los años de
experiencia porque parece ser un enemigo que por más que quieran no pueden
vencer y porque a su vez llegara un punto en el que deberán aceptar que está a
punto de llegar su propia muerte.
Por una lado, existen
los médicos brutalmente honestos y estos son los que desde que llega el
paciente le dan su diagnóstico sin pensar en las repercusiones que esto puede
llegar a tener el mismo y en su forma de vivenciar su enfermedad o bien al
comunicar a la familia que el paciente se encuentra en una fase terminal, son
tan fríos y a la vez exageradamente sinceros que terminan generando desde el
principio un dolor que va más allá de lo que la misma familia o paciente puede
llegar a sobrellevar, es por esto que mucha gente se queja de la actitud del
doctor, pero en estos casos se trata más bien de médicos que para lidiar con la
muerte han decidido ser lo más sinceros posibles aunque esto implique no
generar ningún tipo de esperanza para el paciente y para la familia, esto con
el fin de que la muerte no les resulte tan dolorosa.
Aunque también
existen médicos que se la viven en la negación total de la condición de su
paciente y esto es peor, porque termina
dando esperanzas a la familia de una manera que se podría calificar como
descomunal, ya que tanto es su miedo a aceptar que esta por morir la persona
que para muchos es más fácil cerrar los ojos e imaginar que llegara un punto en
el cual tal vez de manera milagrosa se salvaran y aunque otros médicos quieran
interceder para ayudar en el caso también
se niegan debido a que pues con esto tendrían que enfrentar que todo lo que han
imaginado en cierto punto es falso o bien cuando existen otros médicos que
revisan el mismo caso y hablan con la familia acerca de la situación real del
paciente, las esperanzas generadas por el médico de cabecera hacen que la
familia también se cierre de ojos y nieguen siquiera que exista la posibilidad
de muerte, el problema para el médico y para la familia en estos casos es que
resulta más devastadora la muerte, debido a que ambas partes se alimentaron
esta parte de creer que todo estaría bien y cuando llega el final es tan
doloroso y difícil de llevar que el médico se desquita con el personal
hospitalario y hasta con la misma familia, culpándolos por lo que ha sucedido.
Por otra parte,
también se debe reconocer que existen médicos que constantemente se esfuerzan
por la aceptación hacia la muerte, eso se puede ver reflejado en la preocupación
genuina que tienen hacia los pacientes, su calidad de vida, tratamiento, trato
de la familia, trato de enfermeras, son aquellos doctores que por lo regular siempre
buscan la forma de generar que aunque el paciente se encuentre en fase terminal
este no se sienta abandonado o frustrado por los malos tratos que en ocasiones
pueden llegar a tener algunas personas hacia ellos, también podemos observar que son aquellos que aunque les cueste trabajo
en un punto son capaces de pedir la ayuda psicológica o tanatológica para el
paciente y su familia a fin de que los mismos, acepten poco a poco dicha
condición y no exista un temor exagerado hacia el final de la vida. De igual
manera, son doctores que aceptan el diagnóstico de la muerte, son capaces de
aceptar que existen días de mejora, días complicados, siempre están dispuestos
a informar o aclarar dudas de los familiares, no exageran en cuanto a las
expectativas o esperanzas pero tampoco son tan brutalmente honestos digamos que
buscan la manera de lidiar de la mejor manera con todo lo que representa una enfermedad terminal.
En general, la
aceptación de la muerte para el médico parece que tardara mucho en llegar ya
que, al final del día nunca se acostumbraran a perder a un paciente, por más
crueles que estos lleguen a parecer, muchas veces no es más que las forma que
han desarrollado para enfrentar la muerte y para lidiar con las emociones que
esta le representan.
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