jueves, 23 de julio de 2015

LOS DOCTORES Y LA MUERTE.

“Si quieres poder soportar la vida, debes estar dispuesto a aceptar la muerte”
Sigmund Freud.

La negativa ante la muerte, es algo que afecta no solo a la familia del enfermo o a su entorno muchas veces, también al doctor que atiende a la persona,  debido a que como nosotros son seres humanos capaces de sentir, pero en ocasiones es común escuchar quejas hacia los doctores por parte ya sea del enfermo o de su familia  acerca del trato que a veces tienen hacia ellos que se puede tomar como algo frio y en cierta medida calculador. Sin embargo si lo analizamos al final del día, podría parecer hasta cierto punto un mecanismo de defensa para poder así afrontar algo que vivencian constantemente, aunque claro es algo que no quisieran porque en su profesión el valor principal es preservar la vida, por ello cuando llega a suceder algo como la muerte, para muchos es símbolo de frustración o fracaso por lo cual, ante esta situación muchas veces toman una actitud de indiferencia, en el sentido de no mostrar tales emociones ante la familia o el demás personal médico. Si lo pensamos este puede ser el motivo por el cual tienen a veces esta actitud de poca empatía hacia el paciente, porque se podría pensar que a mayor empatía mayor seria el dolor ante la pérdida del mismo, es por ello que desde mi punto de vista muchas veces lejos de criticar esta parte, deberíamos considerar que al igual que nosotros pasan por un proceso en el cual la muerte o diagnóstico de muerte no es fácil de aceptar, pero bueno también es cierto que para la familia esto resultaría complejo, es por ello que tal vez en esta parte podrían entrar terceras partes como mediadoras entre lo que siente la familia y lo que siente el médico, en este caso podríamos involucrar a un tanatólogo.

Kübler Ross menciona en su libro de “La rueda de la vida”, las dificultades que afronto en su momento cuando llegaba a los hospitales y pedía hablar con los pacientes moribundos, esto se debía a que los doctores negaban que los hospitales siquiera existieran pacientes tan enfermos, este fenómeno por muy increíble que parezca también existe en la actualidad en el sentido que parece complejo para el personal médico aun  en nuestros tiempos aceptar que existen pacientes tan enfermos o en fase terminal que tarde o temprano han de morir, por lo cual muchas veces se niegan a aceptar que interceda un tanatólogo en casos como estos y si lo analizo en cierto punto esto también influye a la negativa de la familia, para aceptar que el paciente está en una condición donde aunque se ha tratado de hacer todo lo humanamente posible realmente no existe una solución o cura para el paciente enfermo, es por ello que los tanatólogos afrontamos este rechazo generalizado cuando se trata de ayudar a la buena muerte de la persona enferma.

Otro punto para analizar de la actitud de los médicos es que en ocasiones se niegan a darle el diagnostico al paciente, esto se debe por momentos, a que sienten en cierta forma que deben proteger a los mismos de afrontar su condición ya que para algunos podría parecer algo difícil de sobrellevar  o bien porque en algunos casos existe una relación tan estrecha con el paciente, que parece que terminan dominando sus emociones y quieren proteger lo más que se pueda al mismo,  de enfrentar el dolor de un diagnóstico de enfermedad terminal, aunque en cierta forma también se protegen a ellos mismos de sentir que están fracasando, porque por muchas muertes que hayan vivido, parece que el tabú del sentir hacia la muerte sigue vigente aun con los años de experiencia porque parece ser un enemigo que por más que quieran no pueden vencer y porque a su vez llegara un punto en el que deberán aceptar que está a punto de llegar su propia muerte.

Por una lado, existen los médicos brutalmente honestos y estos son los que desde que llega el paciente le dan su diagnóstico sin pensar en las repercusiones que esto puede llegar a tener el mismo y en su forma de vivenciar su enfermedad o bien al comunicar a la familia que el paciente se encuentra en una fase terminal, son tan fríos y a la vez exageradamente sinceros que terminan generando desde el principio un dolor que va más allá de lo que la misma familia o paciente puede llegar a sobrellevar, es por esto que mucha gente se queja de la actitud del doctor, pero en estos casos se trata más bien de médicos que para lidiar con la muerte han decidido ser lo más sinceros posibles aunque esto implique no generar ningún tipo de esperanza para el paciente y para la familia, esto con el fin de que la muerte no les resulte tan dolorosa.

Aunque también existen médicos que se la viven en la negación total de la condición de su paciente y esto es peor,  porque termina dando esperanzas a la familia de una manera que se podría calificar como descomunal, ya que tanto es su miedo a aceptar que esta por morir la persona que para muchos es más fácil cerrar los ojos e imaginar que llegara un punto en el cual tal vez de manera milagrosa se salvaran y aunque otros médicos quieran interceder  para ayudar en el caso también se niegan debido a que pues con esto tendrían que enfrentar que todo lo que han imaginado en cierto punto es falso o bien cuando existen otros médicos que revisan el mismo caso y hablan con la familia acerca de la situación real del paciente, las esperanzas generadas por el médico de cabecera hacen que la familia también se cierre de ojos y nieguen siquiera que exista la posibilidad de muerte, el problema para el médico y para la familia en estos casos es que resulta más devastadora la muerte, debido a que ambas partes se alimentaron esta parte de creer que todo estaría bien y cuando llega el final es tan doloroso y difícil de llevar que el médico se desquita con el personal hospitalario y hasta con la misma familia, culpándolos por lo que ha sucedido.

Por otra parte, también se debe reconocer que existen médicos que constantemente se esfuerzan por la aceptación hacia la muerte, eso se puede ver reflejado en la preocupación genuina que tienen hacia los pacientes, su calidad de vida, tratamiento, trato de la familia, trato de enfermeras, son aquellos doctores que por lo regular siempre buscan la forma de generar que aunque el paciente se encuentre en fase terminal este no se sienta abandonado o frustrado por los malos tratos que en ocasiones pueden llegar a tener algunas personas hacia ellos, también podemos observar  que son aquellos que aunque les cueste trabajo en un punto son capaces de pedir la ayuda psicológica o tanatológica para el paciente y su familia a fin de que los mismos, acepten poco a poco dicha condición y no exista un temor exagerado hacia el final de la vida. De igual manera, son doctores que aceptan el diagnóstico de la muerte, son capaces de aceptar que existen días de mejora, días complicados, siempre están dispuestos a informar o aclarar dudas de los familiares, no exageran en cuanto a las expectativas o esperanzas pero tampoco son tan brutalmente honestos digamos que buscan la manera de lidiar de la mejor manera con todo lo que representa una enfermedad terminal.


En general, la aceptación de la muerte para el médico parece que tardara mucho en llegar ya que, al final del día nunca se acostumbraran a perder a un paciente, por más crueles que estos lleguen a parecer, muchas veces no es más que las forma que han desarrollado para enfrentar la muerte y para lidiar con las emociones que esta le representan. 


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