CREENCIAS IRRACIONALES Y LIMITANTES EN NUESTRA VIDA

Todos somos claramente conscientes de las conversaciones que tenemos en nuestro interior, esa pequeña voz interna con la cual debatimos muchas cuestiones de nuestra vida y quien decide muchas veces por nosotros.
Esta voz interna conversa con nosotros a diario.

Esta voz interna es producto de nuestras experiencias pasadas no importa si son experiencias de hace mucho tiempo o de hace unos cuantos meses, es importante recordar que cada una de nuestras experiencias positivas o negativas producen en nosotros una gama de emociones que van desde la felicidad, el orgullo, valentía hasta el miedo y temor.
Estas experiencias producen una gran cantidad de creencias que se van arraigando en nuestro inconsciente y parte de nuestro subconsciente, la propia educación de los padres y el entorno en que se desarrollan los seres humanos también van formando en nosotros una gran cantidad de creencias.

Es de esa manera que a medida que crecemos estas conversaciones internas son reguladas por nuestros propios jueces internos que nos van guiando hacia lo que creemos que es correcto o incorrecto pero también a lo que creemos que somos capaces de hacer o no creemos que somos capaces de hacer.

Nuestras conversaciones internas se van transformando en ideas o creencias que trasmitimos a nuestro exterior, a la gente con la que convivimos e interactuamos.

Muchas de esas creencias aunque llegan a ser nocivas para nuestras emociones, las consideramos como verdades absolutas, recordemos que estas creencias son sembradas desde la niñez, una época en donde nos adherimos al entorno de nuestros padres, por lo que estas creencias son poco cuestionadas.

Algunas de estas ideas con las que cargamos a lo largo de nuestra vida pueden ser de gran utilidad, sin embargo la mayoría de los casos, tenemos creencias que afectan enormemente nuestra manera de ver la vida y limitan de manera inmediata nuestros sueños o metas a cumplir.

La terapia racional emotiva de Albert Ellis nos muestra 11 creencias irracionales básicas en nuestra vida, se dice que son irracionales ya que son construidas producto de todas las ideas y prejuicios negativos que conocemos a lo largo de nuestra vida.

Hablar de cada una de las creencias irracionales que vamos construyendo a lo largo de nuestra vida sería extenso sin embargo es importante identificar que cuando generalizamos alguna situación o persona, nos estamos dejando llevar por una creencia irracional.

Otro ejemplo claro de una creencia irracional es llevar nuestros argumentos hacia el concepto del todo o nada donde no existen puntos intermedios.

Las creencias irracionales frenan y limitan nuestra vida, ya que nos hacen sujetos a concebir nuestra vida bajo aspectos restrictivos lo cual nos conduce a prejuicios e interpretaciones erróneas de nuestro entorno.

Aunque muchos psicólogos consideran que la psicoterapia, en específico la terapia racional emotiva y la programación neurolingüística contribuyen en gran parte a poder cambiar nuestras ideas y creencias irracionales, también nosotros en nuestra vida cotidiana podemos contribuir a cambiar estas ideas irracionales. Es importante aprender a escuchar cuidadosamente nuestras declaraciones o conversaciones externas con los otros.

Identificar que palabras o frases tienen una connotación negativa en nuestra autoestima y autoconfianza y que tantas veces nos repetimos estas frases como verdades absolutas. Aprendamos a no generalizar o a polarizar cada una de las situaciones de nuestra vida, entendamos que cada experiencia negativa o positiva en nuestra vida tiene detrás un objetivo de aprendizaje.

Un niño que ve todos los días una situación de violencia y agresión en sus entorno familiar aprenderá que la única manera de comunicarse es esta, igualmente un niño que sistemáticamente es agredido, violentado y maltratado desde pequeño desarrollara un poco capacidad para amarse a sí mismo y a los otros, además de pensar en la violencia como algo normalizado, haciéndose merecedor de recibir violencia o darla.

 Es importante entender que las secuelas de bullying se traslapa a la vida adulta y en muchos casos que afortunadamente no terminan en tragedia ,el adulto que en su vida adolescente se sufrió bullying o que lo perpetro sufre de problemas de baja autoestima, depresión, problemas emocionales que pueden conducir a trastornos psiquiátricos, depresiones severas e incluso intentos de suicidios.

Además de que sus relaciones e interacciones sociales sufren un profundo cambio, estableciendo relaciones donde impera, la violencia, inseguridad, desconfianza y dependencia emocional.

 Estamos ante un fenómeno que no es nuevo y que aumenta de manera alarmante cada día, estamos a tiempo de prevenirlo, es importante crear entornos familiares de respeto, amor, tolerancia, empatía y comunicación, formemos seres humanos libres y felices.