Cuando hablamos de violencia como una problemática
de nuestra sociedad en la actualidad consideramos que somos ajenos a ella, es
decir hablamos de ella desde una perspectiva externa pues consideramos que
estamos libres de un entorno violento.
Muchos de nosotros
asociamos el término violencia y su manera de manifestarse con golpes, gritos, palabras
altisonantes o cualquier manifestación de violencia que se pueda ver o escuchar.
Sin embargo es
importante recalcar que la violencia se puede construir hasta en los
entornos más aparentemente normales y pacíficos.
La violencia esta insertada en parte de nuestra
sociedad como un aparente comportamiento
natural en el ser humano que tiene relación con el instinto de supervivencia, un
típico ejemplo es:
Aquella persona que asesina en defensa propia; y
aunque es debatible si es justificable o no, hasta cierto punto la violencia es
permitida y aceptada en nuestra sociedad en
situaciones como esta y muchas otras.
Por lo tanto podríamos decir que aparentemente es
complicado seguir una interacción libre de violencia ya que pensaríamos que al
estar tan adaptados a la sociedad a la que pertenecemos es prácticamente
imposible estar ajena a ella.
Primero que nada nosotros podemos observar ciertos
comportamientos relacionados con
violencia y sentir que jamás nos involucraríamos o seriamos participes de ellos,
sin embargo de acuerdo a la Psicología de las masas de la que hablaba Gustave Le Von podemos estar involucrados en
comportamientos de violencia cuando sentimos pertenencia hacia un grupo específico;
dos ejemplos claros son:
Los hinchas que ejercen actos de violencia en un
partido de fútbol o las sectas espirituales o religiosas radicales.
Es importante recalcar que esto no significa que en
algún momento de nuestra vida ejerzamos un acto violento por estar inmiscuidos
en cierto grupo social, sin embargo nos muestra el hecho de que la violencia no
es ajena a nosotros y podemos ejercerla en las situaciones más insospechadas.
¿Cómo
podemos construir familias libres de violencia ante este panorama?
Primero que nada es muy importante identificar que
existen muchos tipos de violencia, unos más visibles que otros, empecemos por
mencionar desde los tipos de violencia más notorios hasta los aparentemente
menos “visibles”:
·
Violencia
física: golpes, empujones, jaloneos, pellizcos, mordeduras y cualquier tipo
de acto que lastime nuestra integridad física.
·
Violencia
psicológica: De esta violencia se desprende la violencia verbal: gritos, ofensas,
apodos, palabras altisonantes hacia nuestra persona, humillaciones; también se
encuentra cualquier tipo de manipulación y cualquier tipo de conversación o
dialogo que cause un estrés importante en el otro o daño emocional.
·
Violencia
económica: Es el control excesivo o disposición de dinero con fines de
manipulación o control de la persona que es violentada, este tipo de violencia
puede ser complementada por violencia verbal al denigrar a la persona por ser
inferior o superior económicamente.
·
Violencia
sexual: Aunque directamente es relacionado con el hecho de obligar a
alguien a ejercer actos sexuales sin su consentimiento, también puede ser
relacionada con agresiones sexuales que no llegan al coito pero que causan un
importante daño emocional en la persona violentada.
Existen 2
mitos relacionados con los tipos de violencia que acabamos de mencionar:
1. Son
plenamente identificables por cualquier persona a pesar de que no sean
“notorios” además de que unos tipos de violencia son más “suaves” que otros.
Cada uno de los tipos de violencia aquí mencionados provocan el mismo daño
emocional para la persona , además de que NO todos son plenamente
identificables, ya que algunos se
esconden detrás de palabras aparentemente amables o forman parte de las
propias costumbres de cada sociedad ;un ejemplo claro: Es el hombre o mujer que
administran el sueldo de su marido con fines de tener control sobre el mismo
pero que en nuestra sociedad es visto como algo normal y parte de la
interacción de una pareja.
2. La
violencia SOLO es ejercida dentro de una relación de pareja, núcleo familiar o
ambiente de aparente confianza; este tipo de violencia puede abarcar más allá
del núcleo familiar, puede darse en un ambiente laboral, escolar o incluso en
la calle o en sitios públicos, es decir podemos ser violentados incluso al transitar en la calle o comer en
un restaurante.
Esto no quiere decir que estemos expuestos todo el
tiempo a situaciones de violencia pero el conocer estos tipos de violencia
podemos identificarlos plenamente; cuando identificamos ciertos tipos de
violencia reflexionamos sobre nuestra forma de actuar e interaccionar con otras
personas, de qué manera reprobamos o aprobamos a los demás, aceptamos o no
aceptamos a ciertas personas y en el caso más extremos afectamos su derechos.
Conocer e identificar los tipos de violencia nos
hace más tolerables, ya que aprendemos a entablar un dialogo más empático con
los otros tomando en cuenta que a pesar de nuestras diferencias podemos tener
una convivencia sana y plena con el otro.
Estos
comportamientos son trasladados a nuestro núcleo familiar, es decir
aprendemos a convivir con el otro respetando su derecho a ser diferente o
similar a nosotros ,a tener diferencias pero no malentendidos, a dialogar para
la solución de conflictos y sobre todo fortalecemos la autoestima de cada uno
de los miembros de nuestra familia al considerarlos importantes y valiosos como
seres humanos, ya que una interacción libre de violencia fomenta una
convivencia sana y constructiva para cada uno de nosotros.
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