martes, 14 de abril de 2015

CÓMO INFLUYE NUESTRA ACTITUD EN EL ENFERMO TERMINAL

“El mayor descubrimiento de cualquier generación, es que los seres humanos pueden cambiar sus vidas, cambiando sus actitudes mentales”

Albert Schweitzer 

Las actitudes pueden ser más importantes de lo que podemos imaginar, más cuando se trata de la familia y el enfermo terminal, ya que muchas veces dependiendo de sus actitudes son las reacciones y los comportamientos, que se desencadenan a favor o en contra del paciente, claro está que muchas veces el temor a que la persona se muera, nos hace desde un principio negar su condición o el propio miedo del paciente hace que piense en todo menos en la condición que lo aqueja, el apoyo que pueden darse ambas partes puede favorecer en gran medida el cómo el paciente y la familia vivan la enfermedad, hasta que llegue el inevitable final. Ahora bien si de parte de la familia o el paciente se les complica el hecho de lidiar con esto, es cuando se puede recurrir a la ayuda que te ofrecen los tanatólogos, ya que como he dicho en anteriores ocasiones uno de sus principales objetivos es el acompañamiento para ambas partes, con la finalidad de lograr una mejor comunicación, que se verá reflejado en un mejor cuidado y estado del paciente. 

¿Por qué es tan importante nuestra actitud? Como familia, el  hecho de concientizarnos acerca de la situación que está viviendo nuestro paciente, no es nada fácil, es difícil entender  un diagnostico negativo y  peor aun cuando este ya no tiene alguna solución, de aquí se desencadena el hecho de que muchas veces de forma involuntaria hagamos comentarios, poco adecuados frente al paciente, el cual tiene en este momento complicado como apoyo y ancla a su familia, si la familia empieza a pelearse ya sea por la responsabilidad, por el que se va a hacer cuando el paciente muera, o hasta a veces son capaces de pelear por los bienes materiales del mismo, he ahí que sin darnos cuenta podemos generar que la persona encuentre más importante el hecho de resolver este tipo de conflictos que su propia salud o en su caso aplazar la muerte, es por ello que en algunas ocasiones, existen pacientes que prologan su agonía y se aferran a la vida.

En el caso del paciente, también será importante, la actitud que tome, debido a que muchas veces podremos notar a aquellos pacientes que niegan su condición ya sea por miedo o porque realmente consideran que les queda mucho por vivir, por ello es que aunque ya sea algo en fase terminal no se dan por vencidos, en algunos casos el escuchar que la familia se refiere a ellos como algo que resulta una carga, los lleva a una tristeza en la cual prefieren dejarse morir, a veces también se darán los casos en los cuales sus asuntos pendientes no dejen que la persona descanse en paz, aun teniendo la aceptación y el apoyo de la familia, es por esto que se recalca el hecho de que exista una buena comunicación entre familia y paciente porque solo así conocerán la verdadera situación por la cual se están dejando morir o están luchando al grado que ya están sufriendo demasiado.

El papel del tanatólogo en estos casos puede ser primordial, sobre todo cuando la familia se niega a aceptar lo que está pasando o bien están tomando una actitud en la cual solo están dejando la responsabilidad a unas cuantas partes, la misión fundamental que se tendrá es el sensibilizar a la familia acerca de la importancia que tiene el hecho de que en estos momentos la otra persona se sienta lo suficientemente apoyado, tanto que no tema el morir o el hacer lo que en algunas ocasiones se llama un largo viaje, otra de las finalidades es lograr que hacía el final de la vida del paciente, este se siente amado y aceptado aun con su condición, porque muchas veces se puede ver que la familia termina viéndolo como un bicho raro cuando en realidad sigue siendo la misma persona, con sentimientos la cual solo espera sentir el amor y cariño de sus seres amados.

Por otra parte, también se puede ayudar a los pacientes a tener mejor actitud ante su condición haciéndolos ver que aunque por momentos puede ser critica, esto no impide que la persona pueda sobrellevarlo, tomar los aspectos positivos que les ha dejado su condición actual, para minimizar quizá el dolor que puede sentir la familia cuando ve al paciente y viceversa el que el paciente se sienta culpable de que su familia se sienta mal, se tiene que dialogar con el paciente, esto con la finalidad no solo de conocerlo mejor, sino de igual manera para indagar si existe algo que no está permitiendo que la persona tome la decisión de partir, si se llega a encontrar alguna situación o razón, esto se debe dialogar con la familia para que tengan conocimiento y puedan hacer algo al respecto que ayude al paciente.

Desde mi punto de vista, aunque a veces es complicado podemos sacar lo mejor de cada situación y si esto nos lleva a convivir más con aquella persona que hoy se encuentra enferma, debemos de aprovecharlo, con una actitud positiva que contagie bienestar y alegría porque muchas veces es lo único que buscan los pacientes, con esto podremos ayudar a que la enfermedad sea más llevadera y el temor a morir no sea demasiado. 


Se recomienda leer: Tanatología.La Familia ante la enfermedad y la muerte.María del Carmen Casto González. Trillas.2007




1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, la actitud ante una enfermedad terminal y ante la vida lo es todo.
    Saludos

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