“El mayor
descubrimiento de cualquier generación, es que los seres humanos pueden cambiar
sus vidas, cambiando sus actitudes mentales”
Albert
Schweitzer
Las
actitudes pueden ser más importantes de lo que podemos imaginar, más cuando se
trata de la familia y el enfermo terminal, ya que muchas veces dependiendo de
sus actitudes son las reacciones y los comportamientos, que se desencadenan a
favor o en contra del paciente, claro está que muchas veces el temor a que la
persona se muera, nos hace desde un principio negar su condición o el propio
miedo del paciente hace que piense en todo menos en la condición que lo aqueja,
el apoyo que pueden darse ambas partes puede favorecer en gran medida el cómo
el paciente y la familia vivan la enfermedad, hasta que llegue el inevitable
final. Ahora bien si de parte de la familia o el paciente se les complica el
hecho de lidiar con esto, es cuando se puede recurrir a la ayuda que te ofrecen
los tanatólogos, ya que como he dicho en anteriores ocasiones uno de sus
principales objetivos es el acompañamiento para ambas partes, con la finalidad
de lograr una mejor comunicación, que se verá reflejado en un mejor cuidado y estado
del paciente.
¿Por
qué es tan importante nuestra actitud? Como familia, el hecho de concientizarnos acerca de la
situación que está viviendo nuestro paciente, no es nada fácil, es difícil entender un diagnostico negativo y peor aun cuando este ya no tiene alguna
solución, de aquí se desencadena el hecho de que muchas veces de forma
involuntaria hagamos comentarios, poco adecuados frente al paciente, el cual
tiene en este momento complicado como apoyo y ancla a su familia, si la familia
empieza a pelearse ya sea por la responsabilidad, por el que se va a hacer
cuando el paciente muera, o hasta a veces son capaces de pelear por los bienes
materiales del mismo, he ahí que sin darnos cuenta podemos generar que la
persona encuentre más importante el hecho de resolver este tipo de conflictos
que su propia salud o en su caso aplazar la muerte, es por ello que en algunas
ocasiones, existen pacientes que prologan su agonía y se aferran a la vida.
En
el caso del paciente, también será importante, la actitud que tome, debido a
que muchas veces podremos notar a aquellos pacientes que niegan su condición ya
sea por miedo o porque realmente consideran que les queda mucho por vivir, por
ello es que aunque ya sea algo en fase terminal no se dan por vencidos, en
algunos casos el escuchar que la familia se refiere a ellos como algo que
resulta una carga, los lleva a una tristeza en la cual prefieren dejarse morir,
a veces también se darán los casos en los cuales sus asuntos pendientes no
dejen que la persona descanse en paz, aun teniendo la aceptación y el apoyo de
la familia, es por esto que se recalca el hecho de que exista una buena
comunicación entre familia y paciente porque solo así conocerán la verdadera
situación por la cual se están dejando morir o están luchando al grado que ya
están sufriendo demasiado.
El
papel del tanatólogo en estos casos puede ser primordial, sobre todo cuando la
familia se niega a aceptar lo que está pasando o bien están tomando una actitud
en la cual solo están dejando la responsabilidad a unas cuantas partes, la
misión fundamental que se tendrá es el sensibilizar a la familia acerca de la
importancia que tiene el hecho de que en estos momentos la otra persona se
sienta lo suficientemente apoyado, tanto que no tema el morir o el hacer lo que
en algunas ocasiones se llama un largo viaje, otra de las finalidades es lograr
que hacía el final de la vida del paciente, este se siente amado y aceptado aun
con su condición, porque muchas veces se puede ver que la familia termina
viéndolo como un bicho raro cuando en realidad sigue siendo la misma persona,
con sentimientos la cual solo espera sentir el amor y cariño de sus seres
amados.
Por
otra parte, también se puede ayudar a los pacientes a tener mejor actitud ante
su condición haciéndolos ver que aunque por momentos puede ser critica, esto no
impide que la persona pueda sobrellevarlo, tomar los aspectos positivos que les
ha dejado su condición actual, para minimizar quizá el dolor que puede sentir
la familia cuando ve al paciente y viceversa el que el paciente se sienta
culpable de que su familia se sienta mal, se tiene que dialogar con el
paciente, esto con la finalidad no solo de conocerlo mejor, sino de igual
manera para indagar si existe algo que no está permitiendo que la persona tome
la decisión de partir, si se llega a encontrar alguna situación o razón, esto
se debe dialogar con la familia para que tengan conocimiento y puedan hacer
algo al respecto que ayude al paciente.
Desde
mi punto de vista, aunque a veces es complicado podemos sacar lo mejor de cada
situación y si esto nos lleva a convivir más con aquella persona que hoy se
encuentra enferma, debemos de aprovecharlo, con una actitud positiva que
contagie bienestar y alegría porque muchas veces es lo único que buscan los
pacientes, con esto podremos ayudar a que la enfermedad sea más llevadera y el
temor a morir no sea demasiado.
Se recomienda leer: Tanatología.La Familia ante
la enfermedad y la muerte.María del Carmen Casto González. Trillas.2007
Totalmente de acuerdo, la actitud ante una enfermedad terminal y ante la vida lo es todo.
ResponderBorrarSaludos