"Las palabras -yo soy- son las más peligrosas en todas las lenguas del mundo"
Donald Winnicott
Para poder aproximarnos a la gran pregunta ¿qué es la identidad? toma un minuto, cierra los
ojos y contesta lo siguiente: ¿quien soy?. Tal vez te haya sido difícil tratar de definir realmente quien eres; pues quizá hayas utilizado adjetivos “soy inteligente”, “simpática o simpático”, entre otros, pero eso no es la identidad y este es un problema que afecta a muchas personas al rededor del mundo causando angustia y ansiedad por el hecho de “no saber quiénes somos”, esa imposibilidad de conocernos, esto puede ser irónico hasta cierto punto pues quién mejor que uno mismo para conocerse. No te preocupes más, a continuación se hablará acerca de los componentes de la identidad.
La identidad se va constituyendo a lo largo de nuestra vida, nunca es estática, cambia y evoluciona, desde la infancia hasta la vejez con momentos clave como es la adolescencia, periodo en que la mayoría de lo teóricos sugieren que se define la personalidad; a partir de una crisis sobre sí mismo. Pero es sumamente común encontrar dificultades en el proceso de construir y definir la identidad.
Grinberg (1976) plantea que el sentimiento de identidad se adquiere y mantiene a través de la interrelación de tres vínculos: de integración espacial, temporal y social. El vinculo de integración espacial permite la unificación con el propio cuerpo y la diferenciación con los otros, permitiendo el desarrollo de la identidad sexual. El vinculo de integración temporal se refiere a todas las representaciones que se tiene a lo largo de la vida, son la base de la imagen de sí, tanto psíquica como físicamente y otorgan el denominado sentimiento de mismidad, es decir, el sentimiento de ser uno mismo. Finalmente el vínculo de integración social hace mención de aquellos aspectos del sujeto que se relacionan con los otros, también a todo lo relacionado con la ideología o ideologías que adopta el sujeto, él cómo éstas se ven influidas por el medio, el contexto socioeconómico y político, la religión, todo lo exterior. La formación de la identidad requiere la interacción constante de estos vínculos, así que en resumen se requiere integrar la imagen corporal, la historia de vida, con todos los factores psicológicos involucrados y la interacción con la sociedad.
Así que si alguna vez te has sentido preocupada o preocupado cuando te preguntan ¿quién eres?, ¿de dónde eres y hacia dónde vas? No te angusties, recuerda que descubrirlo requiere un proceso de introspección y reflexión sobre una y uno mismo, y también que no es algo que permanezca inmóvil, es más bien dinámico a través del tiempo.
Si quieres aventurarte en este proceso de conocimiento de ti misma o mismo te recomiendo el libro “En el principio era el sentido. Reflexiones en torno al ser humano” del psicoterapeuta Viktor Frankl.
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