La
vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a
aprenderlo, ya hay que morirse.
Ernesto Sábato
En años recientes, la tanatología
parece haber hecho un ¡BOOM! Ante la sociedad, porque hoy en día es común
escuchar de gente que está interesada por tomar algún curso, conocer acerca de
la disciplina o bien el interés por dedicarse a ello, desgraciadamente así como
llama la atención tiene algunas trabas que parecen importantes, en este caso
que los servicios públicos de salud no han reconocido abiertamente los
beneficios que esto aporta a la calidad de vida del enfermo terminal, la
aceptación de la muerte y el apoyo para la familia. Por lo tanto parece
complejo como tal desarrollarse en este campo, ya que al no existir un
reconocimiento de parte de las instituciones a veces es complicado como
tanatólogo desarrollar esta labor, ¿Por qué? Porque aunque se tenga la
capacidad, los conocimientos y los medios, la gente al escuchar poco de ello en
los hospitales, cuando alguien llega con esta finalidad de ayudar al paciente
moribundo muchas veces causa conflicto para la familia y hasta cierto punto un rechazo
porque se siente como si el tanatólogo quisiera que el paciente muriera,
mientras la familia esta con la creencia de que todo estará bien y tal vez más
adelante se verá esta mejora, pero esto también se debe a que en ocasiones, el
equipo médico y de enfermeras alientan esta posibilidad de que todo estará
mejor, desalentando la labor que realiza el tanatólogo lo que deriva en tal
rechazo. Muchas veces no necesariamente es que la gente no necesite el apoyo,
es más bien un cierto miedo a lo que se realizara cuando estamos hablando del
buen morir y esto se debe a que desgraciadamente en los hospitales no orientan
o informan a la gente acerca de la labor de la tanatología.
En mi opinión, es importante que
esto tarde o temprano sea reconocido por los servicios públicos de salud, ya
que esto ayudaría a un sinfín de personas que no tienen recursos para solicitar
los servicios de un tanatólogo, para que tengan la posibilidad de ser ayudados
por el mismo, seria de igual forma de
vital importancia que cada día se informe más a la población en general y a
todos aquellos que asisten a los hospitales, esto para que se familiaricen con
el concepto y con lo que realiza un tanatólogo, así cuando ellos requieran de
este apoyo sean capaces de solicitar la ayuda, sin temor a que sea algo
desconocido o que pueda perjudicar al paciente enfermo o a la familia. En
general se podría decir que las instituciones son responsables en todo momento
de lo que la gente conoce o desconoce en cuanto a la salud, desafortunadamente
parece que existe un cierto temor por parte de las mismas, sobre informar a le
gente porque tal vez piensen que al estar más y mejor informados, las exigencias por parte de los pacientes
serán cada vez mayores, en el caso de la tanatología deben verlo más que una
exigencia como una forma de ayuda para todo aquel paciente que su calidad de
vida se ha ido deteriorando como efecto de una enfermedad terminal,
considerando que al final del día esto también aqueja a la familia y llega un
momento en cual se sienten perdidos, es ahí donde un tanatólogo sería
responsable de orientar, ayudar, apoyar a que esta situación dolorosa se
convierta más bien en una oportunidad para mejorar y sanar las relaciones
familiares lo que derivara en un mejor
cuidado, un mejor ánimo y una mejor aceptación de la muerte.
Los hospitales, deberían ver a la
tanatología como un apoyo, el cual terminara beneficiándolos ¿Por qué? Porque al reconocer la tanatología y
sus beneficios, esto abriría una brecha importante para que los familiares se
sientan con la confianza de acudir con un
tanatólogo para solicitar su apoyo cuando observen que el paciente ha
deteriorado su calidad de vida, a pesar de los cuidados que se le han brindado,
además de cambiar la perspectiva de la muerte, de lo negativo a lo positivo
generando que la misma familia reconozca sin miedo cuando el paciente se
encuentra listo para morir, porque muchas veces no son los médicos, sino es la
familia la que se aferra tanto que exige de más lo que termina generando que en
ocasiones existan diferencias con el personal médico y de enfermeras lo que
lejos de ayudar termina perjudicando al paciente, en el sentido de que muchas
veces no solo tiene que lidiar con su enfermedad sino también termina siendo un
mediador entre familia y personal hospitalario. La tanatología aligeraría un
poco la carga para paciente, familia y personal hospitalario, en cuanto se
refiere a prolongar la vida sabiendo que aunque esto se realice no existe como
tal calidad de vida para el paciente, lo que terminara prolongando una agonía
en la cual no solo sufre el paciente sino su familia también, la tanatología
ayudara a aceptar cuando esto ya no es posible porque en realidad se está
haciendo sufrir de más a la persona enferma. No debemos olvidar que la tanatología en
realidad presenta un abanico de beneficios y oportunidades para pacientes y
enfermos, porque brinda la posibilidad de una muerte apropiada, adecuada,
digna, no siendo esto su finalidad única, lo es también el curar en vida, el
dolor de la muerte y de la desesperanza. Mientras que a los familiares los
ayuda a que vivan plenamente y se
preparen a la muerte del ser querido, y a quienes sufren, a que elaboren su
duelo en el menor tiempo posible y con el menor dolor posible.
Los tanatólogos no somos
monstruos que queremos ver morir gente, al contrario somos personas que nos
apasiona tanto la vida que queremos hacer todo lo posible para que la gente con
enfermedades terminales viva esos últimos momentos en plenitud con el apoyo de
su familia y el nuestro, lo cual forjara que exista un buen morir, porque se
genera una aceptación de la muerte, lo cual ayuda al paciente a reconocer cuál
es su momento de morir y que al llegar esto no se sienta temor alguno
. Se recomienda leer: La
rueda de la vida. Elisabeth Kübler Ross. Editorial Zeta Bolsillo
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