“Porque sin buscarte, te
ando encontrando, en todos lados, principalmente cuando cierro los ojos”
JULIO CORTÂZAR
Aunque es un tema común hoy en día hablar sobre pérdidas en todos los
sentidos, parece que aún existe un cierto tabú cuando hay que tocar estos temas
con niños ya que muchas veces se tiene miedo a como puedan reaccionar, sin
embargo no necesariamente lo tomaran como algo malo, todo dependerá de cómo se
lo manejen en casa, esto como siempre es
algo que le corresponde a la familia manejar, ya que son ellos en los que el
niño deposita más confianza y se sienten más seguros a la hora de hablar sobre
esto, sin embargo al presentarse dificultades también es válido recurrir a un
profesional; El duelo como se ha dicho en diversas ocasiones no solo se
presenta ante la muerte sino ante todo aquello que pueda representar pérdidas
significativas, en el caso de los niños no es una excepción, parece importante
poder manejar estos temas con ellos, ya que muchas veces de esto depende el
cómo tomen al crecer las pérdidas que la misma vida les va presentando.
En esta ocasión y para ser más precisos hablaremos específicamente del
duelo de los niños ante la pérdida de un ser querido, es algo complejo debido a
que la misma sociedad se ha encargado de poner en tela de juicio si este tema
debe manejarse con ellos, desde mi punto de vista parece de vital importancia
el que se tome en cuenta al niño en estos casos, ya que con esto se sentirá
incluido y podrá sentir que el dolor es compartido por lo cual se podrá empezar
a elaborar su duelo, de una manera adecuada; Se deberá buscar la forma para
poder dar la noticia de la muerte del ser amado, considerando que tan cercano
era el niño ante esta persona, ya que entre más cercano le representara mayor
dolor, por lo cual esto se tendrá que manejar con un cierto cuidado.
Se debe hablar claro, para que esto se tome de una forma natural, tomando
en cuenta que como toda perdida va a doler, de preferencia se tiene que esperar
a que sea el niño el que pregunte, con base en esto, se debe indagar acerca de
¿Qué desea saber el niño? ¿Cuánto conoce acerca de la situación?, ¿Cuál es el
origen de su pregunta?... entre otras variantes pero en general es esto lo que
tenemos que tomar en cuenta, de igual forma en que estación del año se está
presentando esta situación ya que como se sabe existen algunas épocas del año
que vuelve a los seres humanos más propensos a estar tristes.
La edad del niño, este aspecto también será fundamental tomarlo en cuenta
porque influirá en como tome la noticia, ya que muchas veces entre más pequeños
son, pueden llegar a ver a la muerte como algo temporal, de lo cual se puede
despertar, algo reversible, aunque en general dependerá de cómo la familia lo
maneje, porque muchas veces aunque no sean tan pequeños, tienen esta creencia
de que solo se trata de algo pasajero por lo cual es muy importante que se
hable con la verdad teniendo en cuenta quizá ciertas limitaciones, ya que
muchas veces de esto obedece el concepto que se forme en el niño sobre lo que
es la muerte.
Si el niño se llega a interesar por las causas, se deberá aclarar todas las
dudas que le surjan esto con la finalidad de que calme a veces, el cierto temor
que puede llegar a presentarse con respecto a morir tal vez de la misma forma
en que la persona ha muerto.
Es importante no dejar de lado los sentimientos que puede llegar a
generarle esta perdida, por lo cual se debe respetar al niño muchas veces el
ser indiferente ante la situación no es que no sienta nada sino que es su
mecanismo de defensa una manera de protegerse, muchas veces esto se genera como
resultante de que los padres en ocasiones cometen el error de fomentarles el
que no expresen sus sentimientos, en algunos casos se podrá ver la negación o
que mediante el juego el niño afronte sus sentimientos, en ocasiones al ser la
muerte de una madre o padre los niños pueden presentar regresiones como la
enuresis o pedir un biberón, como familiar se debe ser comprensivo y al mismo
tiempo tratar de ayudarle a sobrellevar la perdida.
Algunas estrategias para sobrellevar mejor la perdida, es que sea una
persona cercana la encargada de darle la noticia, con información concreta y
sencilla, respondiendo a preguntas que pueden surgir, tratando de evitar las
explicaciones metafísicas, de debe dar su espacio al niño para vivir su duelo,
dejar que ellos decidan si desean participar en los funerales, dejar que
vivencien la experiencia y que sean testigos de lo que sientes los adultos,
esto para que se sientan incluidos y vean que no son los únicos que sienten
tristeza ante esto, estar al pendiente de lo que puedan llegar a necesitar y
evitar rotundamente el decirles frases como “No llores, no estés triste, eres
fuerte, se valiente…” ya que ellos sabrán la manera en cómo quieren manejar su
duelo.
Se recomienda leer: Aprendiendo a vivir sin ti (Duelo en niños) Amelia
Rodríguez Gutiérrez
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