Todos y cada uno de nosotros
somos seres únicos, saber el origen aparentemente no tiene justificación del
ser, en esta ocasión hablaremos de como la función maternal posee un vínculo tan
estrecho que la formación de su emotividad y seguridad la clave del buen
desempeño para la vida.
La madre como una figura
elemental en la vida del ser humano, tiene una función y esta misma es la de brindarle el afecto
mediante el contacto físico, los cuidados especiales, ella es el primer modelo
a seguir del niño, es quien brinda la fortaleza y la seguridad con la que se
conducirá en un futuro.
Lo relevante de esto no es
la connotación positiva que implica las funciones de la madre, sino las
consecuencias que pueden traer la ausencia de los cuidados ya que impide que el
niño tenga un desarrollo integrado tanto físico como psicológico.
Tenemos una característica esencial
el niño desarrolla una personalidad introvertida o extrovertida, lo cual es
determinante en sus relaciones sociales en un futuro, depende de la poca o
basta seguridad que tenga para poder comprender su entorno, como lo afrontara y
reaccionara ante la circunstancias.
Este fragmento como tal es
uno de los resultados que pueden reflejarse dependiendo de la imagen materna
que ellos tengan. Aunque los niños van desprendiéndose poco a poco de la figura
materna es al mismo tiempo que van adaptándose o talvez sea lo contrario,
reiterando que todo va depender de los cuidados maternos, hablamos de su
importancia, es decir, el tiempo de calidad que se le brinda al hijo desde el
momento que nace hasta sus primeros cinco años de vida, pues son definidores de
una personalidad.
En este sentido puntualizo
que este breve informativo nos da de forma particular el conocimiento del
desarrollo adecuado del niño, para una madre de familia es una tarea difícil
sin duda, asimismo vemos el caso de niños desamparados, el niño cuando crece
absorbe todo lo que encuentra a su paso, si es falta de afecto, si es una
relación tensa, si hay afecto, percibe claramente la protección o desprotección
pues ingenuamente se cree que no lo es, el niño solo consolida su bienestar o
se agudiza un inadaptación.
Como detectarlo va depender
de la forma en que es criado, no podríamos apuntar a lo específico pero si a lo
más frecuente como lo es: tristeza, insomnio, agresividad, bajo rendimiento
escolar, somatizaciones (enfermedades frecuentes y repentinas) esto último se
presume que es lo más común y nos extrañamos seriamente por la falta de causas,
por lo que prestar atención es indispensable.
La figura materna es
excepcional para la vida del ser humano, valorarlo es preciso pero el contexto
de hoy en día se está arraigando toda posibilidad de dedicación de tiempo y
cuidados, reflexionemos por un momento porque se ven ciertas situaciones o
conductas en los niños que antes no se veían o si existían era con escasa
frecuencia cuando cada vez más tiene más presencia, la pregunta es:
¿Qué consideras que se debe
hacer al respecto?
Nuevamente les invito a
comentar sugerir, aportar y por qué no, resolver dudas.
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