EL/ ELLA NO ES ASÍ

Cuando iniciamos una relación sentimental y comenzamos a experimentar esa conducta explosiva llamada enamoramiento gracias a las famosas endorfinas y otras sustancias químicas que realizan su trabajo en el cerebro mientras nosotros solo disfrutamos los grandiosos efectos, todo lo percibimos de una manera peculiarmente especial; ya que llegamos a “idealizar a nuestra pareja”, la auto-etiquetamos como la pareja perfecta. 

No la vemos con defectos, solo con virtudes, con bondades y una serie infinita de cualidades que nos ayudan a reforzar e incrementar el sentimiento que tenemos hacia esa persona.

 Por otro lado el sentimiento y la percepción se mantienen debido a que nuestra pareja que también se encuentra bajo los mismos efectos, hace muchos esfuerzos por mostrar la mejor parte de sí mismo, intentando causar una buena impresión.

Como resultado, la relación en esta etapa se vuelve muy agradable y fácil de manejar, todo es miel sobre hojuelas, todo es amor y tranquilidad, no encontramos ninguna razón para discutir ni para molestarnos, al contrario nos encontramos llenos de alegría.

Generalmente creemos que conocemos a la persona de pies a cabeza, tan solo por saber cosas básicas de su vida, como su color favorito, su comida preferida, sus actividades frecuentes, sus gustos y algunos de sus intereses; esto nos hace sentir una sensación muy agradable, ya que se trata de una persona especial en nuestra vida.

Sin embargo conforme va pasando el tiempo de pronto se empiezan a manifestar algunas conductas que no son tan agradables y mucho menos esperadas; lo curioso de este asunto es que no nos damos cuenta por nosotros mismos, la mayoría de las veces las personas que perciben los defectos, son nuestros familiares, nuestros amigos y las personas cercanas a nosotros.

 

 

Estas personas nos dan sus comentarios, sus puntos de vista, sus observaciones y nos expresan sus pensamientos de la manera más abierta, con la premisa de que lo único que quieren es ayudarnos y “abrirnos los ojos”, sin embargo esto es muy difícil de lograr  ya que nos aferramos a la imagen idealizada que tenemos de la persona.

Ante las amenazantes opiniones de los demás que pueden llegar a terminar con nuestra felicidad, respondemos enfadados “él/ella no es así” y una infinidad de justificaciones para preservar la seguridad de nuestra relación.

Pero casi nunca nos atrevemos a echar un vistazo para analizar si lo que nos dicen puede ser verdad; preferimos quedarnos con lo que nosotros creímos desde un principio y nuestra realidad q creamos, en lugar de la verdadera realidad…

Es importante que cuando tengas una relación y estés en esta etapa te mantengas alerta, más que nunca, ya que este amor te envuelve, y te vuelves más vulnerable.

“Hay que aprender a perder, sobre todo en el amor. Es preferible retirarse a tiempo cuando las opciones son pocas, renunciar, para evitar un sufrimiento peor más adelante” - Walter Riso.