Miedo a los cambios.

Como la mayoría de las personas sabemos, el miedo es algo que constantemente nos tiene aturdidos ¿En qué sentido?, pues bien eso es justamente de lo que se abordara en este presente artículo.

¿Qué es el miedo?, lo han experimentado más de una vez, y seguramente con una gran predisposición de lo que va suceder, es decir, que anticipan lo que aún no sucede, pero mientras tanto todo ese miedo se va consumando mediante los nervios, la ansiedad, la frustración, la incertidumbre, entre otra serie de situaciones que prevalece de forma física y emocional.

Nuestro hacer diario en la vida, está conformado de acciones y en la misma medida, tienen un efecto en las demás personas. No olvidemos que vivimos en un contexto en donde nos hemos mantenido constantes bajo esa condición, pero que por tanto, nuestra formación personal es muy diferente a la de otras personas.

Algunos se plantearan interrogantes como: ¿De qué me sirve tener presente mi formación personal?, pues, haciendo un análisis de lo que se pretende reflexionar, y que por supuesto no partimos de algo difícil de comprender, no está por demás citarlo.

Resulta a veces conveniente defender nuestra postura, nuestro estilo de vida, nuestra perspectiva, pero cuando nos encontramos ante lo desconocido, empezamos a tener miedo e incomodidad, este mismo nos limita a conocer más allá, aclarando que de ningún modo tenemos por qué cambiar nuestra esencia, sino ampliar nuestro panorama del contexto en el que vivimos, cuando empezamos a familiarizarnos con nuevas situaciones, con el paso del tiempo nos damos cuenta de que era el mismo proceso que obtuvimos para aprender ciertas cosas.

Ahora bien, el miedo a los cambios es un tema aparentemente sencillo, pues bien, si nosotros nos encerramos y nos limitamos a conocer nuevas situaciones para conservar lo que consideras que funciona, siempre buscaremos lo mismo, lo repetido, en donde nos sentimos cómodos, pero los cambios siempre han sido motivo de miedo en la sociedad. Lo que resulta relevante e importante es el hecho de que las personas no pueden adaptarse, de ahí a que se resaltaran los síntomas como la ansiedad, nervios, etc., ese es el punto elemental de este tema. Las personas no logran mantener un control, esto se puede volver un problema, pues lo que se queda fijo es el miedo, y posterior a ello, la acumulación de estos mismos en una enfermedad crónica, así es, de una actitud se adopta una consecuencia en ocasiones irreversible.

Es importante retomar estos datos para mejorar nuestras emociones, y que estas no se vean alteradas por el simple temor, pánico, ese miedo racionalizado, es decir, creado por nosotros mismos.

Nosotros tenemos un miedo imaginario, cada vez que experimentamos cambios nuevos, esto nos impide ver más allá, nos limitamos y al mismo tiempo preocupamos con exageración toda aquella situación que nos generan tensión, ¿Podemos marcar la diferencia?, ¡Claro que si!.

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