Todos en algún momento de la vida hemos sido víctimas de
celos, ya sea porque los hemos sentido por alguien más o hemos sido objeto de
éstos. En la vida cotidiana los celos pueden interpretarse de distintas
maneras, por ejemplo inseguridad. Pero en algún momento nos hemos preguntado
¿Por qué siento esto?, tal vez hemos pensado que no es racional lo que sentimos
pero no podemos parar, ¿Por qué?.
En primer lugar, hay que aclarar que hay distintos tipos
de celos, que podríamos clasificar en:
Celos normales: son un sentimiento tan natural como el amor. Son los celos que tanto hombres como
mujeres sentimos ante la posible amenaza de perder a esa persona amada. Se
componen principalmente de tristeza y dolor, a su vez generando cierta envidia
hacia quien o cual pueda ser la causa de la separación de nuestra persona
amada.
Los celos de segundo grado o podríamos llamarles de “reflejo”,
pues son proyecciones o reflejos de las propias infidelidades o del
impulso de cometerlas, seguidas por represión, es decir, para evitar que llegué
a la conciencia este impulso de ser infiel. Esta proyección puede darse a
causa de un hecho realizado o del simple deseo de ser infiel. Por ejemplo
si usted ha sido infiel, o ha deseado serlo pero no ha actuado, probablemente
"proyectará" esa traición sobre su pareja. Acusará a su pareja de
haber cometido o deseado dicho acto de infidelidad y reaccionará ante la
amenaza proyectada poniéndose celoso.
Finalmente, los celos delirantes o mejor conocidos como celotipia, estos
celos entran en la categoría de patológicos pues aquí el temor
de una infidelidad por parte de la pareja perturba la marcha normal del
pensamiento de la persona, generando ideas donde se le es infiel, acomodando
cada situación para continuar con estos pensamientos de
manera inconsciente, provocando una serie de equivocaciones de juicio y
adquiere el falso convencimiento de ser engañado. Aquí se cree realmente
que se le es infiel y esto genera tal frustración tanto para quien siente
los celos como para la pareja, creando conflictos, reclamos inciertos que son
imposibles de desmentir, pues la persona celosa no acepta ninguna explicación.
Esta clase de celos puede generar discusiones repetitivas hasta llegar a la
violencia física. En este caso es de importancia pedir ayuda especializada
para poder entender la causa de los celos y poder tratarlos.
La próxima vez que te sientas celoso, analízalo. Siéntate un memento a
reflexionar para poder tener una aproximación de la causa de tus celos.
Recuerda que no hay mejor herramienta que la información.
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