Tener un hijo con algún tipo de discapacidad equivale a tener
tiempo, organización paciencia, comprensión, aceptación, pero además de ello,
¿qué sucede cuando se tiene otro hijo sin discapacidad?, ¿cómo atender a uno sin descuidar al otro?
Primero que nada, tenemos que entender que ambos necesitan
atención y amor. Los padres suelen enfocar su energía, cuidados y actividades
en el niño o niña con alguna discapacidad e incluso se le dan más responsabilidades
al hijo sano como, hacer sus tareas de casa o escolares por si solos, servirse
de comer, ayudar a cuidar a su hermano, etc. Todo esto desde muy temprana
edad.
Enfocándonos en esta ocasión en el hijo sin discapacidad, lo
anterior descrito puede dañar su autoestima y afectar su vínculo fraterno, es
decir la relación con su hermano o hermana, por ello es importante que como
padres:
- · Aprender a escuchar. Aunque el niño no cuente con alguna discapacidad, también tiene emociones que debe expresar, sin sentir culpa; por ejemplo tal vez este enojado porque su hermano le rompió algún juguete o en la escuela le hicieron “burla” por tener un hermano “diferente”, se debe escuchar su molestia, que se sienta comprendido y aceptado.
- · Orientarlo. Muchas veces se puede preguntar porque su hermano es diferente, se le debe brindar una orientación acorde a su edad, donde se le explique de manera clara, precisa y verídica que discapacidad tiene su hermano, de esta manera lo podrá comprender más, aceptarlo y aprenderá a cómo convivir con él, al mismo tiempo tendrá la suficiente información para cuando alguien le pregunte sobre el tema.
- · Tratarlo como ser único. Compartir también con él alguna actividad de su agrado, reconocer sus esfuerzos, apoyarlo, lo harán sentir siempre parte de la familia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
COMENTA y EXPRÉSATE, TU OPINIÓN ES IMPORTANTE…