miércoles, 23 de julio de 2014

Construyendo relaciones sanas de pareja

relacion de pareja


En nuestra vida cotidiana es común saber o experimentar relaciones de pareja que no acabaron de la mejor manera o quizás no resultaron como nosotros lo esperábamos, provocando rupturas dolorosas que en algunas ocasiones se superan rápidamente pero en otras resulta complicado y lento superar, de ahí viene el echo que conceptualizamos al amor de pareja como algo doloroso y triste y surjan miedos e inseguridades en nuestras siguientes relaciones.

En las últimas décadas se ha incrementado las cifras de divorcios y separaciones conyugales, a la par la infidelidad ya no es un fenómeno poco común en las relaciones de pareja, en consecuencia la terapia de pareja ha sido tomada como una opción viable para resolver los conflictos que aquejan a las parejas actuales.

Sin embargo aunque el interés de algunas parejas por asistir a terapia y otro tipo de ayudas e intervenciones ha aumentado también como contraparte negativa se han incrementado los casos de violencia doméstica en parejas de todas las edades, estado civil y estratos socioeconómicos.

El amor se ha tornado en algo dañino, doloroso y tóxico para muchos. Los terapeutas de pareja nos encontramos ante la difícil tarea de poder llevar a las parejas hacia un camino más sano y positivo. Sin embargo nos encontramos diferentes obstáculos ante la tarea que tenemos, entre ellos la resistencia de ambos o de algún miembro de la pareja a derribar las barreras ideológicas y culturales que se nos han inculcado desde la infancia acerca del amor y las relaciones de pareja.

¿En qué momento y dónde se originan estas barreras ideológicas respecto al amor? Todos los seres humanos en varios momentos de nuestra vida constituimos relaciones de pareja, es propio de nuestra naturaleza como seres humanos constituir lazos afectivos con otros seres humanos, de quienes nos sentimos atraídos y conectados aunque a nivel biológico tiene fines reproductivos, es parte del ser humano sentir atracción hacia la belleza humana, tener y producir en otros seres humanos sensaciones agradables y poder conectarnos a nivel emocional y mental con otro ser humano.

Esto es propio de nuestra naturaleza como humanos; desde que nacemos empezamos a construir lazos afectivos con quienes nos rodean, los lazos paternales son los primeros lazos que logramos construir, esto se debe a la propia naturaleza biológica y el instinto de sobrevivencia que todo SER humano tiene ,por lo tanto establecemos nuestras primeras interacciones con otros seres humanos ,nuestra primera experiencia o acercamiento con otros seres humanos con los que empatizamos, estas primeras relaciones nos permiten poder establecer otro tipo de relaciones con otros seres humanos posteriormente.
Ya entrando en la pubertad empezamos a establecer nuestras primeras relaciones de tipo romántico ,el antecedente de estas primeras son relaciones de tipo paternal y de amistad ,estas serán nuestro modelo, en ellas hemos ensayado una y otra vez los diferentes tipos de interacción humana , aun así nos aventuramos a un terreno desconocido para nosotros: nuestras primeras relaciones de pareja.

Nuestras primeras relaciones de pareja son un terreno desconocido para nosotros, por lo tanto SE apoyan en distintas fuentes de información para poder actuar de manera de manera “funcional” para nosotros, las relaciones de pareja de nuestros padres no solo son una gran fuente de información sobre como interaccionar en una relación, en algunos casos es el modelo prototipo o ideal de lo que queremos o deseamos en una relación de pareja. También las ideas preconcebidas sobre las relaciones de pareja en el entorno en que nos desarrollamos juega un papel muy importante.
En conclusión, nuestras primeras relaciones de pareja se van construyendo con lo que vemos apropiado, correcto o normal en otras relaciones de pareja, sin embargo esto no quiere decir que estas interacciones que vemos en las distintas relaciones de pareja sea lo más sano o positivo.

A lo largo de nuestra vida, pasamos por distintas relaciones de pareja donde la duración, el tipo de interacción o la propia naturaleza de relación es distinta, algunas relaciones son más o pueden ser menos estables y las huellas emocionales que dejan en cada uno de nosotros se arrastra a la siguiente relación de pareja que establezcamos.
Aunque parezca mentira los medios de comunicación masivos juegan un papel muy importante en como moldeamos nuestras relaciones sociales y nuestra vida cotidiana, aunque nuestras primeras relaciones paternales y fraternales son determinantes en nuestra percepción del amor y las relaciones de pareja, los medios de comunicación nos proveen de distintas tipos de interacciones en las relaciones de pareja que pueden ser consideradas “aceptadas” o “normales”; un ejemplo es el concepto del amor romántico, este ha sido uno de los conceptos más difundidos , aceptados y rentables para los medios de comunicación, las películas, libros y revistas a las que podemos acceder exaltan este modelo como el único y más aceptado concepto de lo que significa e implica el amor de pareja; nosotros como seres humanos también nos sentimos cómodos con este concepto, quizás porque en las primeras etapas de enamoramiento tenemos sentimientos parecidos al amor romántico.

Sin embargo las relaciones de pareja tienden a durar más allá de la etapa de enamoramiento propia de cada relación, los retos y expectativas van surgiendo con el tiempo, el cambio es inminente, una relación de pareja no es y nunca será estática y se transforma a la par de nosotros mismos, sin embargo la manera de superarlos están sumamente relacionados con nuestras creencias sobre el amor, las relaciones de pareja y las formas de interacción que nosotros creemos correcta.
El amor romántico a pesar de ser rentable y ampliamente difundido en nuestra sociedad, tiene varias limitantes y está alejado de la complejidad propia de las relaciones sociales que establecemos con otros seres humanos sobre todo las relaciones de pareja. Los conceptos patriarcales que de alguna u otra manera sigue insertados en una sociedad como la nuestra ,origina que varios comportamientos o acciones más apegados a estos conceptos sean “normalizados” para la mayoría de nosotros ,esto se debe a que crecimos viendo relaciones en las cuales estos comportamientos eran fundamentales en su mecanismos de interacción y ”funcionamiento” como pareja .

Hablar sobre estos comportamientos íntimamente relacionados con nuestra sociedad patriarcal seria amplio, sin embargo cuando llegan pacientes a consulta solicitando terapia de pareja, caemos en la cuenta de que no importa cuál sea el conflicto, siempre es originado por los conceptos equivocados que tenemos respecto al amor, las relaciones de pareja y el papel de cada uno de los miembros que constituyen una pareja con lazos afectivos íntimos.
Podría asegurar que uno de los conceptos que trabajamos inmediatamente en la terapia de pareja es la comunicación, un componente importante y conocido por las relaciones de pareja pero pocas veces puesto en marcha, una comunicación abierta y flexible puede llevar a una pareja a superar cualquier obstáculo en el que se encuentren y superar crisis importantes dentro del ciclo vital de la pareja.

La comunicación es de los pocos aspectos que a nivel pareja trabajamos, por una parte creemos que en la relación de pareja este aspecto está implícito, además de que aprender a desnudarnos Y explorar cada capa a nivel emocional ante la pareja es demasiado abrumador para alguna persona. Yo comparo este proceso a una cebolla a la cual se le quita cada una de sus capas hasta descubrir el interior.
Como la comunicación ,hay muchos aspectos en la relación de pareja que es difícil pero no imposible trabajar, quizás el mayor temor de una pareja en psicoterapia es darse cuenta que establecer una relación con otra persona no es fácil y que es imposible tener una relación de pareja donde los desacuerdos, los buenos o malos momentos e incluso el distanciamiento no estén presentes, nuestro concepto del amor romántico que todo lo puede sin mover un dedo o hacer un cambio determinante nos ha autoengañado, hacer a un lado nuestro ego o poder comunicar nuestros temores e inseguridades a la persona que amamos es fundamental para poder avanzar y tener niveles de conexión con nuestra pareja.

Establecer relaciones sanas de pareja es poder cuestionar todos esos conceptos con los que crecimos, poder construir conceptos nuevos con el respeto hacia el otro como premisa y poder entender su propia naturaleza imperfecta propia de un ser humano que se encuentra en un proceso de aprendizaje, así como aceptar nuestras imperfecciones como parte integral de nosotros como seres humanos.

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